Como suelen llegar las cosas importantes, caídas del cielo, un grupo de mujeres se presentaron en la Fundación a principios de año para ayudar en la formación y acompañamiento de las Casas y enfermerías de hermanas mayores con las que colaboramos. Tres laicas y una consagrada, todas profesionales, con ganas de compartir alegría, ternura, sabiduría y algo de tiempo.
Dentro de los programas de dinamización y acompañamiento que realizamos en nuestras casas trabajamos temas vinculados con sus necesidades, con sus propios programas comunitarios y completamos con otros temas de cuidados, acompañamiento, crecimiento personal y comunitario.
El estreno del equipo de voluntarias ha tenido lugar a primeros de marzo, en una enfermería de hermanas mayores con el tema de la Mirada: ¿Cómo es mi mirada hacia mí misma, a los demás, hacia la realidad que nos rodea o del mundo?, ¿qué veo y qué me falta por ver?, ¿qué miradas encontramos en mi comunidad?, ¿qué miradas necesitamos….
En la foto una voluntaria, Mª José, que ha enriquecido la actividad con una exposición interesantísima sobre el cuadro de Rembrandt, “El retorno del hijo pródigo”. Nos ha ayudado a recordar como nos MIRA Jesús, en definitiva, cómo nos AMA.